Historia de un conquistador asesino de miles de mexicanos y centroamericanos

Marta Denis Valle

La Habana (PL) De territorio cubano partió en 1519 el extremeño Pedro de Alvarado, lugarteniente de Hernán Cortés, quien acumuló un horrible expediente de fechorías en México y Centroamérica, asesinatos de pobladores y destrucción de riquezas de pueblos originarios.

Alrededor de 1510 arribó a La Española junto a varios hermanos y pronto participó en la conquista de Cuba con Diego Velázquez. En 1518 tomó parte como capitán de navío en la segunda expedición enviada por éste para explorar las costas de Yucatán al mando de Juan de Grijalva (1480-1527).

Con cuatro navíos y unos 200 hombres, Grijalva descubrió la isla de Cozumel, navegó por la costa yucateca y llegó hasta la isla de San Juan de Ulúa. Tomó de los indios a su paso objetos de oro valorados en más de 15 mil pesos que llevó consigo de regreso.

En la expedición viajaron también Francisco de Montejo y Bernal Díaz del Castillo, otros famosos conquistadores españoles.

La primera misión, realizada el año anterior por Francisco Hernández de Córdoba y Antón de Alaminos como piloto, llegó a Cabo Catoche, en 1517, con el objetivo de explorar si había nuevas tierras por ese rumbo.

Hernández de Córdoba regresó a Cuba con la noticia del descubrimiento y de la presencia de oro, pero poco después murió a consecuencia de heridas recibidas en combates con los aborígenes yucatecos.

Natural de Badajoz, Extremadura, España, Pedro de Alvarado Contreras (1485-1541) gozó de la confianza de Hernán Cortés, lo acompañó en la conquista de México y luego le encargó continuar a Guatemala y otros territorios.

El rey Carlos I (emperador Carlos V) premió sus servicios con el cargo de gobernador y Capitán general y adelantado de Guatemala (con las provincias de El Salvador, Chiapas y Honduras). Recibió la Orden de Santiago.

Cortés le obsequió una princesa de Tlaxcala, lo dejó provisionalmente al frente de la capital en 1520; en abril de 1522 le entregó la encomienda de Xochimilco con tierras e indios y ese año lo convierte en el primer alcalde de ciudad de México.

En diciembre de 1523 salió de México hacia Guatemala, para comenzar la conquista del país de los mayas, muy fragmentado en estados rivales y de ello se valió para aplastar tanto a quichés como cakchiqueles, pueblos de milenaria cultura, así como otras regiones centroamericanas.

Llevaba 300 soldados españoles de infantería, 120 de caballería, 200 traxcaltecas y 100 mexicanos; también los títulos de adelantado, capitán general y gobernador. Después hace alianza con los cakchiqueles contra sus hermanos quichés.

HISTORIA CRIMINAL DE ALVARADO

El 20 de mayo de 1520, Alvarado realizó la matanza de unos mil notables mexicanos, encerrados  en el Templo Mayor, durante la principal ceremonia religiosa (Tóxcatl, en honor a Tezcatlipoca), para la que le habían pedido permiso y lo había concedido.

En 1524 derramó mucha sangre en su paso a Guatemala; venció la obstinada resistencia de los quichés, en Tolaná, provincia de Soconusco, México; Tilapa, Zapotitlán, Santa María de Jesús, Olintipec y Xelahuh.

Allí muere el príncipe heredero y comandante general Tecún Umán en combate personal con Alvarado, así como sus ocho mil 400 soldados.
Ocupó la ciudad de Utalan, capital del reino Quiché, la cual incendió y destruyó; apresó a los jefes Oxib-Quej y Belejep-Tzi, a los que hizo quemar vivos y a todos los caciques y principales quichés (7 de marzo), que corrieron igual suerte.

El 14 de abril entró en Iximché (dpto. Chimaltenango), la capital de sus aliados cakchiqueles, pero el 28 de agosto de 1524 estos abandonan Iximché y rompen su alianza por los excesivos tributos; esta guerra duró varios años.

Alvarado aplastó a diversos pueblos originarios en Centroamérica y pensó asistir a la conquista de Perú, pero luego desistió.

El 26 de mayo de 1540, Alvarado, alto y rubio llamado por los aztecas Tunatiuh (sol), hizo ahorcar a los últimos reyes Cahí Imox (cakchiquel) y Tepepul (quiché), a quienes mantenía presos desde varios años antes.

Un año después, el 4 de julio de 1541, murió en Guadalajara a consecuencia de un accidente durante un combate (arrollado por un caballo).

*La autora es historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina